El color es lo primero que todo consumidor percibe de la identidad visual de una marca, habitualmente llamada “logo”. Por eso, una selección adecuada y apropiada del color de la marca determina el impacto que causará entre sus adeptos y en todas las personas que estén vinculadas al macro y micro entorno de la misma.
Una marca no sólo identifica a un producto, servicio, a su fabricante, creador o prestador sino que, es un símbolo y un ícono que resume todo el contenido de lo que ese producto o servicio y hasta la misma empresa que lo realiza o su elaboración y su prestigio en donde el COLOR es CLAVE.
El color es uno de los atributos más destacables y factor diferencial más relevante en una identidad visual.
El estudio del color no es una ciencia exacta. Por lo tanto, no por utilizar un color negro en la creación de un logo quiere decir que éste será un logo para un funeral, o por utilizar un color verde el logo irá encaminado a lo ecológico; es sino la utilización en conjunto con la simbología, el contexto e incluso el país donde se vive que cambiará el significado de la utilización del color. Al final, la decisión de un color en una marca no debe ser un capricho, debe ser una decisión encaminada al mercado meta y al rumbo que lleva la empresa. Se deben exteriorizar los elementos positivos del color a elegir en cualquier creación de logo o marca y encontrar la manera de eliminar sus contras o de utilizarlos a nuestro favor.
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